Érase una vez un país
donde solo había niños.
Todo
estaba lleno de tiendas de juguetes o de chuches.
En
verano había parques acuáticos por todas partes. Pero no todo era
perfecto.
Había
un señor que encerraba a todos los niños.
Todos
los niños y sus padres tenían miedo, menos un niño. El niño se
quería vengar porque el señor había encerrado a todos sus amigos y
a sus dos hermanos. El niño quería vengarse cuanto antes así que
compró material para llegar al castillo. Cuando ya tenía el
material que necesitaba fue al castillo. Al llegar a la ventana del
castillo vio que había muchos guardaespaldas así que subió al
tejado. El niño se coló por un hueco que había en el tejado. Y le
cogió las llaves de las jaulas. El niño liberó a sus amigos y a
sus dos hermanos. Y volvieron todos a sus casas.
CARLOS
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