Érase
una vez un día que Claudia se levanto y su madre no estaba. Claudia
se sabía hacer el desayuno. Tenía que ir al colegio pero estaba a
siete kilómetros.
Claudia llego tarde al colegio y la profesora le
puso un castigo: Dejarla sin recreo una semana.
Claudia volvió
triste y hambrienta. Se hecho en la cama triste a esperar a que
llegara su madre.
Su madre llego muy enfadada porque tuvo una reunión
con la profesora. La profesora le dijo a la madre que se portaba muy
mal y por eso la madre estaba enfadada y no le dio de comer y también
le puso otro castigo de quedarse en la habitación.
PAULA
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